Beijing, China, 2003-2008
¿Cómo puedes mejorar algo que es considerado uno de los aeropuertos más espectaculares y emblemáticos de su cultura? Sin duda es un tanto difícil, pues en lo personal dicho proyecto no muestra ninguna falla. Aunque algunos se quejen del servicio que obtienen por parte de este aeropuerto y rumoran que un gran porcentaje de sus vuelos se retrasan, no cabe duda que arquitectónicamente responde a lo que se requiere y es uno de los proyectos más reconocidos del arquitecto británico Sir Norman Foster y todo su equipo de trabajo.
Uno de los megaproyectos en China, que sin duda llama nuestra atención es el aeropuerto de Beijing es actualmente el más grande en todo el mundo con mas de 3 km de largo fue construido en tan solo 4 años. Resulta ser un edificio totalmente funcional y eficiente pues responde a todos los términos de operatividad, a un transporte interno, a la comodidad de los pasajeros, a la sustentabilidad, al acceso de luz natural y eficiencia energética, sin duda elementos que el equipo de Foster busca incluir en sus proyectos.
El diseño de este edificio responde completamente a la cultura tradicional china y se convierte en todo un símbolo. Muchos, incluso el propio Norman Foster, dicen que visto desde arriba el aeropuerto adopta la forma de un dragón, animal de la mitología china, en una gama de colores totalmente tradicionales en China, como lo son el rojo imperial en 16 tonos distintos hasta que se funde con el amarillo del oro.
El espacio interior se unifica gracias a las conexiones visuales y bandas móviles para que los usuarios se transporten a todo lo largo de los 3.25 km. El cual es totalmente iluminado de manera natural gracias al vidrio y a las especies de tragaluces o lucarnas en forma de triángulos que se emplean en la parte superior del techo y al mismo tiempo imitan las escamas del dragón.
Mientras que a sustentabilidad se refiere, este edificio responde favorablemente pues incorpora diversos elementos de diseño pasivo como lo son las mismas lucarnas que fueron orientadas al sureste para ganar calor durante la mañana y tener un clima agradable dentro del aeropuerto. Además de incorporar un sistema de control de energía para reducir el gasto en iluminación mal utilizada.
Un proyecto con un techo aerodinámico, con elementos culturales que son reflejados en elementos del diseño y con características que responden a la sustentabilidad. Mi propuesta no apunta a mejorar o cambia algo del proyecto, pues con lo que aporta ya es bastante bueno pero si ya se busca aprovechar la luz natural, otra buena forma sería emplear paneles solares que conviertan esta energía solar en energía eléctrica lo que les permitiría reducir aun más su huella ecológica en el mundo.
Y en palabras del propio arquitecto Norman Foster, “la arquitectura proviene de una síntesis de todos los elementos que separadamente la conforman e informan sobre el carácter de un edificio: la estructura que lo sostiene; los servicios que permiten su funcionamiento; su ecología, la calidad de la luz natural; el simbolismo de la forma; la relación entre el edificio y el entorno o el paisaje urbano; la manera en la que te mueves a través de él o a su alrededor y, por último, pero no menos importante, la habilidad para elevar los espíritus. La arquitectura dirige todas estas cosas y muchas otras más.”
Sin ninguna duda esto y más es reflejado en el Aeropuerto Internacional de Beijing.
No hay comentarios:
Publicar un comentario